Frase del día!

martes, 22 de marzo de 2011

Esperar??? Que tan bueno puede ser....

Buenas noches.... un poco fría (en realidad demasiado fría)... Gracias a Dios, mi rodilla esta mucho mejor, creo que fue mas un susto que otra cosa... hoy fui de nuevo al Doctor y realicé un prueba de esfuerzo y todo salió de la mejor manera... ya mañana devuelta al trabajo!!!

Estando en la Clínica Bíblica, ví a una muchacha exigiendo la rápida atención de "su" doctor porque tenía una cita importante, a lo que la enfermera le respondía que tenía un paciente en su consultorio... era tanta la necedad que el Doctor salió y le dijo: "Muchacha por favor, aprenda a esperar"... quienes me conocen, imaginaran que estuve a segundos de "explotar" de la risa... una respuesta fuerte pero muy cierta... No le quedo remedio a la mujer esperar su momento....

Eso sucedió... realmente algo irrelevante, pero no se porque me acordé de eso ahorita... y lo relacioné a mi vida... la otra semana tendré algunas noticias... no se si serán buenas o malas... lo que me queda es esperar... si exacto como la misma mujer de la Clínica jeje...

Pero me pregunto: ¿Que tan beneficioso puede ser esperar? ¿Traerá algo bueno para la vida?

Un no muy lejano ejemplo es en la planificación de entrenamientos de un deportista de competición, encontramos que para llegar a conseguir un óptimo nivel de condición física es necesario llevar una seria planificación que se extendería a lo largo de algunos meses (imposible que sea de un día para otro), en la mayoría de los casos, resultando de una importancia vital, por parte del deportista, saber esperar, saber respetar los tiempos, finalizando controlada y gradualmente el proceso. Y no digamos en el caso de tener que recuperar una lesión o cuidarse de la misma... Aquí si que la impaciencia puede dar al traste con toda una temporada o porque no una carrera...

Encontramos a nuestro alrededor, algunos ejemplos de lo beneficioso de ser paciente, de tomarnos nuestro tiempo, de saber esperar... En nuestra vida laboral, en los estudios, en nuestras relaciones, en nuestro tiempo de tranquilidad, con la familia... en fin

La teoría, sin embargo, es a veces difícil de poner en práctica.... que lo diga yo...

¿Por qué? ¿De qué depende que “saber esperar” nos resulte símplemente posible, o que por el contrario constituya para nosotros un extraño desafío..?? ¿Sabemos, o mejor dicho, podemos resistir a nuestros impulsos??

Para explicarlo, les compartiré sobre el “Test de las golosinas”.

En los años sesenta, Walter Mischel, (eminente psicólogo y pedagogo de la universidad de Stanford, USA), llevó a cabo un experimento con niños de cuatro años.

El reto consistía en la siguiente propuesta. Exponiendo un bote de golosinas a los niños, les explicaba que debía marcharse durante 20 minutos, diciéndoles que, si querían podían coger mientras tanto 1 golosina, pero que si esperaban a su retorno, entonces él les daría 2...

Evidentemente para un niño de sólo cuatro años esto constituía un auténtico desafío (cuando leí esto, también fue un desafio para mi jejeje)... El experimento duró hasta que los niños, (que eran hijos de profesores y empleados de la própia universidad de Stanford), terminaron sus estudios secundarios. Se supo entonces que este test no sólo evidenciaba el carácter del niño, sino que permitía determinar la trayectoria probable que seguiría en su vida....

¿Saben cuáles fueron los resultados 13 años después?

Los que habían resistido la tentación eran socialmente más competentes, personalmente más eficaces, mejores emprendedores y, además, sabían hacer frente a las adversidades y frustraciones de una manera mejor, más capaces. Eran más optimistas, emprendedores y espontáneos.

El tercio de los niños que cogió su caramelo antes de que pasaran los veinte minutos presentaba rasgos psicológicos más problemáticos. Eran más tímidos, difíciles, influenciables, dubitativos, recelosos y envidiosos, entre otras deficiencias negativas.... En fin, demostraban carencias en sus habilidades de tipo “social”, de interacción con el grupo, y carencias varias a nivel personal....

Asi pues, se deduce que nuestra capacidad mental de ser pacientes, postergar la recompensa y, en definitiva, moderar nuestros impulsos, se traducirá en una mayor facultad de, por ejemplo, terminar una carrera, cumplir con un trabajo a cabalidad, o llevar a cabo cualquier otro propósito que nos propongamos...





Interesante verdad???

Por eso a veces, lo único que debemos hacer es... esperar....

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